jueves, 22 de noviembre de 2007

Desde Camboya

Izaro se fue a Camboya. Está visitando a una amiga suya que vive allí desde hace casi un año. Llegó ayer, y hoy he hablado con ella un poco por teléfono.
Lo primero que me dijo fue que le estaba impresionando más de lo que esperaba. Hasta Tailandia el viaje entró dentro de lo conocido; en Camboya aparecen cosas que me cuesta creerle.
No hay asfalto en las calles, por lo que tampoco hay acera. La gente y las motos y todo tipo de vehículos forman una masa uniforme que intenta esquivarse a sí misma. No hay ningún tipo de orden ni semáforos ni nada parecido.
La gente vive en la calle. Se lavan en la calle, comen en la calle, duermen en la calle... Una alemana que conoció allí le comentó que en la India es igual, pero con mucha más gente.
Me cuenta que no ven occidentales. Van caminando y los niños las rodean y las siguen, pidiéndoles dinero, vendiéndoles algo.
Lo primero que vio hoy por la mañana cuando se despertó fue a unos cuantos niños desnutridos trabajando en la calle.
Yo la escucho pero me cuesta creer lo que oigo. Lo comprendo, pero no me lo creo. He visto muchas cosas en la tele, he leído en revistas y periódicos, pero ahora me lo cuenta Izaro. Y todo eso está a sólo unas cuantas horas de vuelo. Está ahí no tan lejos. No tan lejos de la comida que sobró hoy al mediodía, del televisor y el dvd, del ordenador, de los muebles que la gente deja para recoger el tercer lunes de cada mes en el barrio de Salamanca, de la barra de chocolate que me como sin hambre... ¿Quién se puede creer todo esto?
De repente, se me ocurre una palabra: responsabilidad.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Crónica TV

El otro día en la sobremesa Sabi y Diego me empezaron a hablar de un canal argentino, Crónica TV, con una calidad y amarillismo tan ínfimos que realmente parecía una broma. Recordaba haber visto cosas extrañas la última vez que estuve en Argentina pero al ponerme a bucear en Youtube confirmé atónito que la realidad superaba a lo que yo recordaba. Todo en Crónica TV parece una broma. Reporteros que viven descojonándose en directo, historias surrealistas, entrevistados rayando la subnormalidad.
Aquí os dejo un video (real) en el que la reportera de Crónica cubre un accidente. La mujer no tiene el más absoluto reparo en acosar el herido que, todavía tirado en el suelo, responde con la actitud de una estrella del rock. Por último comentar uno de los titulares de la cadena: "Muertas dos personas y un boliviano", para que se vea que el racismo no es exclusivo de Europa y EEUU.
Ver para creer.

martes, 20 de noviembre de 2007

Back in Spain: Primer encuentro con la burocracia española

Debo estar mal acostumbrado. He dicho cosas muy diferentes de Noruega, malas y buenas, pero desde luego siempre admiré su orden y su capacidad de hacer las cosas bien, y fácil.

Tengo que llamar al Ministerio de Educación y Ciencia para pedir unos papeles. Hasta ahí todo bien. Busco el teléfono en internet, dejo una consulta electrónica (que sospecho tardará bastante en ser contestada), y llamo. Tardo aproximadamente 10 minutos en conseguir hablar con alguien, después de llamar varias veces a un 902. Cuando por fin me atienden explico mi problema, y me pasan a otro departamento. Aquí vuelvo a esperar una rato y por fin me atiende una chica que, tras explicarle mi problema, me da el número de teléfono de la centralita. Un poco mosqueado pregunto si ella no sabe de qué le estoy hablando, y me contesta que allí (en Becas) no atienden mi consulta (sobre Becas). Cuelgo y llamo a la centralita, donde tras varias llamadas y esperas me pasan con otro sitio, donde no me contesta nadie. Al rato suena un contestador que me sugiere hacer una de dos:

1- Volver a llamar
2- Contactar con un número, que es... el primero al que llamé.

O bien estoy viviendo en un bucle donde todo se repite, o bien resulta que el ministerio es un laberinto siniestro donde es imposible que alguien te informe de lo que buscas. Nadie sabe nada, se pasan la patata caliente unos a otros, y a veces ni siquiera te escuchan. He pasado casi una hora intentando averiguar algo que estoy seguro en Noruega no me hubiese llevado más de 5 minutos. Y encima a esa gente se le paga con nuestros impuestos.
¿Puedo hacer algo? ¿Cómo me puedo quejar? Sospecho que para realizar una queja el proceso será más complejo aún que lo que estaba intentando averiguar en primer término, y que me quedé sin resolver.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Hoy

Hoy no quiero pensar historias. No quiero buscar adjetivos, no quiero descifrar mis pensamientos. Hoy no voy a escribir pensando, voy a escribir sintiendo. No quiero reflexionar sobre diferencias, no quiero racionalizar mis miedos. Hoy no voy a intentar decir nada, no voy a intentar pretender que puedo decir algo. No quiero buscar en lo más profundo de mí y sacar esas historias increíbles que puede que no haya vivido. No quiero pararme a pensar mientras escribo estas líneas, ni reflejar con estas palabras los gritos de mi corazón. No quiero releer lo que escribo ni corregir nada, ni volver atrás sobre frases mal escritas, frases inconexas, frases no puntuadas, frases sin sentido, frases repetitivas.

Hoy no voy a intentar poner en el papel lo que tengo adentro. No voy a afanarme por conseguir el verbo que busco, sólo quiero dejar que fluyan. Que fluyan mis miedos escritos en una página en blanco, mis miedos y mis alegrías de tener todo esto dentro… dentro de dónde no lo sé. La felicidad es una palabra demasiado grande para describir momentos buenos, momentos dulces sin más. Momentos en los que uno se sienta a escribir y no es capaz de decir nada, pero esas letras… parece que cobran sentido y no lo cobran, parece que dicen algo y no lo dicen, parecen. Hoy no quiero quedarme en una o dos ideas e intentar desarrollarlas, no quiero pararme a pensar si esto tiene o no tiene ritmo, no quiero ponerme nervioso con el blanco, ni corregir infinitamente lo negro. Hoy no quiero decir que estoy vivo, que me siento… me SIENTO. No voy a intentar sacar todo eso de adentro, esas cosas no se sacan. Esas cosas son para dárselas a todos aquellos a los que amas, y los que te aman. Hoy no voy a elegir verbos ni adjetivos ni historias, hoy no puedo reflexionar sobre países ni paisajes. Hoy solo voy a escribir, porque simplemente me da rabia que esta página pueda estar en blanco.

Blogger Templates by OurBlogTemplates.com 2007